Reiki

La espiritualidad no está reservada para grandes rituales ni lugares especiales: está en lo cotidiano, en lo simple, en ese momento en el que eliges escucharte, sentirte y darte espacio. Una sesión de Reiki es justo eso: una pausa consciente dentro de tu rutina, un reencuentro con tu calma interior, una respiración, una intención de cuidarte.

Reiki es una terapia energética que trabaja con la energía vital que habita en cada ser. A través de una técnica suave, basada en la imposición de manos y transmisión de la energía del universo, permite armonizar tu campo energético, disolver bloqueos emocionales, restaurar tu vitalidad y re-conectar con ese estado natural de bienestar que, a veces, se nos olvida sentir.

No necesitas sentirte en enfermedad para recibir Reiki. Esta terapia es un espacio de cuidado profundo para ti, que puede ayudarte tanto si estás viviendo momentos de ansiedad, tristeza, estrés, dolor físico o emocional, como si simplemente quieres volver a sentirte en paz contigo, con más claridad y más presente.

Durante la sesión puedes experimentar calor, cosquilleo, emociones que emergen o una sensación profunda de alivio. Es la energía hablándote, mostrándote lo que necesita sanar, soltar o simplemente ser abrazado.

Esta terapia actúa de manera integral: cuerpo, mente, emociones y alma se alinean para que puedas sentirte en liviandad, en calma, y más tú.

¿Cómo funciona?

Durante la sesión te recuestas cómodamente y, en un ambiente tranquilo y seguro, se transmite a través de las manos, la energía que se canaliza, las cuales están ubicadas suavemente sobre diferentes zonas del cuerpo. No hay manipulación física, pero sí una interacción sutil y poderosa con tu energía.

¿Quién puede recibir Reiki?

Todas las personas. Desde bebés hasta adultos mayores. Incluso es una terapia amorosa y segura para mujeres embarazadas o personas en procesos médicos, ya que no interfiere con otros tratamientos, sino que los complementa.

¿Cuándo es buena idea tomar una sesión?

  • Cuando te sientes sin energía o con cargas.
  • Si estás viviendo una etapa de duelo, cambio, enfermedad o ansiedad.
  • Cuando necesitas claridad interior o soltar emociones acumuladas.
  • Si quieres re-conectar con tu propósito y tu centro.

Guía amorosa para tu experiencia

Duración

Cada sesión dura entre 60 y 75 minutos

Modalidad

Puedes elegir entre sesiones presenciales (en Medellín) o a distancia desde cualquier parte del mundo (con la misma eficacia).

Frecuencia recomendada

Puedes tomar sesiones únicas o iniciar un proceso continuo, según tu necesidad. En un proceso, se recomienda una frecuencia quincenal o mensual, o puedes elegir la frecuencia de acuerdo con tus posibilidades.

Acompañamiento

Después de cada sesión puedes recibir recomendaciones energéticas o herramientas prácticas para continuar tu proceso en casa.